Adiós 2020
Adiós 2020
Adiós 2020. Un año para olvidar pero también un año para aprender. Quizás desde hacía mucho tiempo no le dábamos el valor suficiente a la salud. Desear salud se había convertido casi en un cliché y más en estas épocas. Hoy, en estas difíciles fiestas y tras este complicado año, se nos llena la boca de verdad deseando salud a todos nuestros seres queridos. La SALUD, siempre y en mayúsculas, por encima de todo.
También hemos recuperado el valor de querer, de echar de menos, de un gesto de cariño, de un te quiero a distancia. Porque hemos aprendido que en el sacrificio de no ver, sentir, tocar, y compartir con los que queremos está el querer. Porque no hacerlo a pesar de unas ganas incontenibles, demuestra lo tanto que les queremos.
Asimismo hemos asimilado, al menos eso quiero creer, el valor de los sentimientos sobre lo material. Porque no hay décimo de lotería premiado que hoy prefiera por encima de la posibilidad de darle un abrazo infinito a mi abuela o a mi sobrino.
Si cabía, también hemos vuelto a aprender el valor de la humanidad, de la solidaridad, del respeto por los nuestros, por el prójimo o nuestros iguales por encima de toda clase de diferencia y egoísmo. Porque hemos descubierto que entre todos y con empatía somos más fuertes, más sociables, más humanos.
Por supuesto, hemos tomado conciencia de la valía de la palabra libertad. Por descontado, y el que esté libre que tire la primera piedra, debemos haber aprendido que todos cometemos errores. Que la responsabilidad tanto de no cometerlos como de comprender a quiénes los cometen sin mala intención recae sobre nosotros mismos.
Sin duda este 2020 ha sido el año en el que hemos demostrado nuestra capacidad de adaptación y hemos intentado sobrellevar, con nuestra mejor cara, el aislamiento y todo lo que conlleva.
Aislamiento y adaptación son dos de los conceptos más presentes en la vida de toda persona con pérdida auditiva. Y a pesar de estar, en teoría estar más acostumbrados, la situación nos ha puesto en muchas ocasiones, en condiciones muy recrudecidas de retraimiento y soledad.
Por lo tanto, y sin perjuicio de admiración a cada ser humano que ha padecido, ha colaborado y se ha adaptado en esta lucha global, pido un aplauso desde el fondo de mi corazón a todas las personas con cualquier tipo y grado de déficit auditivo.
Desde SOUL&ALEGRÍA queremos agradecer a toda nuestra comunidad su esfuerzo, queremos pedir a cada estamento del mundo de la sordera que prosigan con su voluntad de eliminar barreras y lograr la plena inclusión. Nosotros reiteramos nuestro compromiso con seguir aportando nuestro granito de arena.
Adiós 2020. ¡Bienvenido 2021! Esperanza y SALUD para todos.